¡¡¡COCINERO... Apasionado!!!


"Mi trabajo es convertir los ingredientes en poesía, para engordar tu corazón"
 
TULIO Recomienda

Hoy he vuelto a usar la casaca de mi escuela, "La Mariano Moreno", para escoger a los mejores cocineros de carne de cerdo del país, al lado de Federico Trujillo, Juanita Umaña y Daniel Riveros.

Que gane el mejor... Aquel que con su receta nos toque y transforme.

Una HOJUELA con todo

Esto te va a encantar
 
¿Habías visto esto?
 
¿Una HOJUELA con todo?

"Es como una Bandeja Paisa... pero dulce"

Tienes que ir aprobarla. Compártelo con tus amigos e invítalos a dar ME GUSTA a la página de TULIO Recomienda...
"Una SORPRESA tras otra... Un regalo tras otro"

New York EATALY


Comiendo por el mundo...
 
TULIO Recomienda en "Eataly" New York

En este corto video podrás conocer uno de los lugares más alucinantes: Eataly NYC. Un gigantesco y curioso mercado y comedero italiano, en donde todo es preparado con las técnicas y los sabores tradicionales que solo la "nonna" y la "mamma", son capaces de lograr. Un pedazo de Italia en el nuevo mundo.

Eataly
tel: +1 212-229-2560
200 5th Ave
Nueva York

Estas MUJERES y sus POLLOS... Le COQ


Estas MUJERES y sus POLLOS... me volvieron LOCO
"Por eso las mordí con suavidad; profundamente y con ganas"

El Domingo pasado me escribió Laura Castro, la afamada cocinera de Le Coq Rosticería, para enviarme a casa un regalo: "Quiero que TULIO Recomienda conozca lo que estamos haciendo aquí", decía en el chat. Una vez superada la pena, le envié la dirección y me olvidé del asunto.

Un rato más tarde reposaban sobre mi mesa unas hermosas cajitas de cartón de todos los tamaños, repletas de leyendas, tarjetas y bien amarraditas. "Esto no lo había visto antes en un servicio a domicilio", le dije a mi esposa.

Abrí la primera, como si se tratara de un tesoro, mientras mi familia miraba con curiosidad. Solo fue levantar la tapa, para que un sedoso aroma a Romero abrazara a los presentes.
-Qué hay ahí papá? preguntó mi hijo menor, desesperado por el ataque aromático que esta primera caja había dejado escapar.
-Unas papas corozo, respondí, mientras depositaba una en mi boca.
Sal gruesa, aceite, ajo y romero, esa fue la lectura que hicieron mis agradecidas papilas tras el primer mordisco... y todos se abalanzaron sobre el desvalido baulito de cartón, que en 2 segundos, había perdió su papudo tesoro.

"La siguiente, la siguiente", gritaban interesados, mientras yo iba soltando las cuerditas. "Esto se nos convirtió en un juego", pensé divertido. Una luz salió del siguiente cofre, provenía del fresco brillo de un mezclum de lechugas sobre las cuales reposaban unas curiosas bolas de queso azul amasadas con más queso crema, cebollín picado y envueltas en maní y ajonjolí triturado. 
-"Qué cosa más sabrosa", atiné a decir mientras aplastaba con mi lengua las cremosas y gustosas esferas. Regadas por allí, algunas nueces caramelizadas con trozos de tomate, uvas y más lechugas orgánicas.

"La siguiente, la siguiente", se volvió ritual el grito y la exigencia. A estas alturas estaban todos desesperados por hincar sus dientes en lo que saliera de aquellas arcas de cartón. Síntoma que la calidad y la emoción, al igual que el sabor, iban en franco aumento. Al levantar la tapa del estuche principal, la fragancia cítrica y limonuda nos elevó del suelo. Se hizo un gran silencio y los ojos de todos se clavaron en mis manos, que ya sostenían un dorado y robusto muslo.
-"De seguro se trata del ilustre pollo Europa que ha arrancado elogios a los más agudos críticos del país". 

Cerré los ojos y mordí con suavidad; profundamente, con ganas; permitiendo que el ácido y la fragante flor de lavanda envolvieran mi boca y mi corazón. Pequeñas explosiones empezaron a suceder, y brotaban, tras cada dentellada, suspiros a tomillo, limón, albahaca y ajo 
-"¿Qué es esto? ¿Quién fue capaz de concebir semejante universo de emociones en el tan pequeño cuerpo de un pollo?"; eso me repetía una y otra vez, mientras veía desaparecer las jugosas presas tras las caras de gusto de mis familiares. 
-"Qué obra culinaria tan conmovedora", debo agregar.

Para terminar, el pan de maíz de Laura... Ese pan de maíz por el que cualquier hombre entregaría su reino y partiría lleno de gozosa felicidad, sintiéndose premiado con tan significativo amasijo.

Bravo, LE COQ!!!
Bravo Laura Castro y Pilar Velilla!!! 
Y gracias por regalarme toda esta inspiración.

DOMICILIOS Le Coq
tel: (034) 444-3397

La COCINA es un espacio de PAZ y no de GUERRA


Por TULIO Recomienda

Soy un tipo alegre por naturaleza; pero llevo unas semanas con un nudo en el corazón. Toda esta situación, toda esta peleadera, toda esta criticadera me tienen aburrido y desorientado. No entiendo el por qué algunos de nuestros cocineros, periodistas y amigos del sector han dedicado sus muros y sus valiosas columnas a destrozar, criticar, apabullar y despotricar contra todo y contra todos. Si un joven chef triunfa, se le muele; si hay buena inversión en un local, "ahí hay plata mala"; si a un restaurante le hacen fila, "es porque los colombianos no tenemos gusto"; si un bloggero vive de su trabajo, "es un vendido"; si alguien hace una feria o una semana gastronómica, se le desprestigia; si unos restaurantes reciben un premio, "eso todo es pagado". Nada hay bueno ya. Cualquier triunfo genera tremendas suspicacias.

¿Todo esto es por qué? ¿De dónde nos ha salido tanto resentimiento? Quizás no soy nadie para insinuarlo; pero deberían utilizar sus espacios, tiempos y energías a impulsar la revolución gastronómica que todos añoramos; a promover la unidad y a demostrar que la cocina es un universo de paz y profunda democracia. TODOS tienen derecho. La cocina nos pertenece a todos y, como acto propio del ser humano, significa LIBERTAD. Nadie tiene que ser juzgado por crear, expresar o cocinar como sus sentimientos lo demanden. Nadie tendría que ser atacado por apropiarse de lo que es suyo por herencia, derecho y decisión.

¿En qué momento la cocina perdió ese sentido de unidad? ¿En qué momento cambiamos los condimentos por afiladas y dañinas plumas cargadas de ironía y contrariedad? ¿Cómo es posible que en un país donde la guerra nos ha robado tanto, esa misma guerra haya terminado convertida en el ingrediente primario con el que cocinamos ahora nuestros escritos? Luego justificamos los ataques auto nombrándonos y creyéndonos "guardianes y defensores de la cultura culinaria" ¿Quién nos entregó semejante título? Aquí no hay nada que defender, aquí hay que comunicar, compartir e instruir con cariño y seriedad; luchar por atraer a las nuevas generaciones para que mañana la cocina sea el anhelado y tibio abrazo que UNA al pueblo colombiano.

Con la crítica pública no se enseña nada. Con la crítica dolorosa no se cambia nada. Lo único que se logra es ahondar en problemáticas, odios y diferencias; lo único que se logra es ahuyentar a los que quieren aprender, crecer, trabajar y ser más felices. Porque la cocina es eso, ¿lo recuerdan? La cocina es FELICIDAD, y por ende, no hay espacio en ella para la guerra".

JUAN PABLO VALENCIA, Suegra
“Estoy en sintonía con Tulio. Es suficiente con el vaivén de dardos envenenados de nuestro Congreso, para que el mundo gastronómico se empiece a parecer a ese espectáculo de egos ¿Qué característica esencial debe tener un Chef? Pasión y tolerancia a la crítica”

ALVARO MOLINA, Casa Molina
“Me uno al sentimiento de mi amigo Tulio. Ha sido imposible juntarnos a trabajar por un mismo ideal. Asumo lo que me toca de su imploración por la paz y la unión. Creo que la crítica y el debate son necesarios, pero siento que debe ser elegante, con argumentos, libre de presiones y de intereses económicos o personales”

FEDERICO TRUJILLO, Sushi Light

Vivimos más pendientes de lo que hacen los otros. La clientela va donde les gusta. No vinimos a enseñar a comer, vinimos a servir lo que la gente quiere comer.

El INGREDIENTE Secreto


Es la energía del Cocinero
Por TULIO Recomienda

Es realmente al cocinero al que te comes tras cada bocado

Ayuda: Puedes descargar Gratis la guía “40 Restaurantes para morirse de la dicha” entrando a www.tuliorecomienda.com

Hace 8 años llegué al mundo de las cocinas. Desde el primer momento quedé irremediablemente prendado de este universo, el de los apetitos y sus aromas. Un imperio regido por masas, grasas, ajos y tomates; sus jugos y pieles; sus texturas, colores y gustos me invitaron a conocer la verdadera felicidad. La cocina te excita, te eleva, te hace uno con Dios.

¿Existe algo más armónico, romántico y erótico que el arte de moldear el fuego para convertirlo en alimento? Nada se le compara. Esta es la raíz de mi fascinación: Comprender que al sentarte a la mesa lo importante no es “lo que ves”, lo verdaderamente importante es “lo que NO ves”. Más allá de carnes, vegetales y tubérculos; más allá de lo SI puedes ver, tocar y comer, existe un ingrediente invisible, sutil y etéreo: La energía de quien cocina.

Antes nadie le ponía atención a esto y señalábamos de “fantasiosas” a las cocineras que encontraban poesía donde los demás veíamos simple y mundana comida. Ahora entendemos un poco esa carga poética que tiene el acto de asar, cocer y freir. Hemos aceptado que esa comida alimenta algo más que el cuerpo, una divina relación.

Esta es mi teoría: “Es realmente al cocinero al que te comes tras cada bocado”. En eso radica la diferencia entre un maestro de los fogones y un cocinero de moda o necesidad. Con el primero te comprometes irremediablemente, mientras al otro lo olvidas de inmediato. Lo comprendí desde el principio de esta aventura y es lo que me ha hecho un crítico tan libre: no me centro en las presentaciones o técnicas ideales. Mi abuelita no sabía nada de eso y era la mejor cocinera. A mí me mueve la emoción, el sentimiento. Ese algo singular, esa fuerza que me ata profundamente a lo que me estoy comiendo y a su creador. Por eso trato de revelar, más que la ciencia, las intenciones y el espíritu de quien cocina, a través de cada bocado que doy.

¿Qué cocineros me han abrazado con este inusitado bienestar? Muchos, por fortuna. Cada uno tiene su lenguaje y lo expresa de manera particular. Estos son algunos culpables de hermosos éxtasis culinarios en Medellín. Han logrado que mi espíritu quede enredado en sus preparaciones para siempre:

Susana Rivera de Sr Sirirí, me ha enternecido profundamente con sus inventos e interpretaciones gastronómicas. Ella todo lo hace diferente, pero cuando como en su restaurante, salgo con renovadas energías. Su cocina es Amor. Otro que me encanta es Gabriel Gómez de Kartta, un excitante artista de los fogones. Nunca sé con qué va a salir, pero mis gustos están seguros en sus manos. Su cualidad es la innovación. Un joven que me dejó con la boca abierta desde el primer día que lo conocí , Juan Manuel Barrientos de El Cielo. Me enseñó que la cocina es algo más y que el acto del comer es un arte tan importante como el del buen cocinar. Este chef es magia pura. Claro, mi amigo y mentor Alvaro Molina de Casa Molina, maestro de maestros. Con sus honestas preparaciones me ha mostrado un justo camino gastronómico, inspirándome a descubrir quién soy y para donde voy. Para mí es el cocinero del encuentro y unidad. Y por último, un joven por el que me derrito de amor culinario, Juan Pablo Valencia de Suegra, uno de los cocineros que más me ha emocionado en esta carrera de comelón. Desde que conocí su comida en Mystique quedé irremediablemente prendado de él, de su sensibilidad, de la extraordinaria persona que es. Ahora en su etapa “criolla” me ha arrancado más aplausos de admiración. Su cocina es pasión y sabiduría.


Como ellos, muchos otros me han regalado esperanza culinaria: Fedrico Trujillo de SUSHI LIGHT, Miguel y Rossie de BUPOS, Oscar de RIO Y MAR, Juan Pablo de ZETA, Juan Fernando de BRUNO,  Juan de BUENA MAR, Cristina de MALEVO, Alejandro de THE POT, Pedro de EL COVACHO y muchos otros como ENTRE MADEROS, SANCHO PAISA, CARMEN y QUEAREPARAENAMORARTE, han convertido mi vida en una hermosa fiesta alrededor de los saberes del SABOR y me han regalado gran felicidad. Son muchos más, y me encantaría agradecerles en estas líneas, pero ya saben ustedes, el espacio es corto y el tiempo es un tirano.

BRASAS PARRILLA BAR



Debo empezar contando que me he demorado mucho en hablar sobre este espléndido restaurante. La verdad... no encontraba palabras dignas ni suficientes para relatar el fascinante momento del que fui testigo en el Restaurante BRASAS PARRILLA BAR de Medellín. Se sorprenderán: "¿En una parrilla experimentaste tal epifanía?". Sí, pero no se trata solo de carne, el asunto es mucho más profundo... Literalmente BRASAS me enloqueció, me sedujo, me llenó de la más tibia felicidad. La energía contenida en la comida de este lugar me devolvió la fe, alimentó mi cuerpo y mi espíritu, me elevó. En estos instantes y mientras doy rienda suelta a mi pluma, regreso a la escena y a la cena: Carpaccios perfectamente concebidos, cortes bien asados y servidos, frescos acompañantes, cremosos dulces, -ingredientes de otro mundo, diría yo-; y como sustancia suprema de toda esta sabia experiencia, el cariño con que Dario Garcéz y su equipo abrazaron mis sentidos una y otra vez. ¿Comprenden mi impotencia? ¿Cómo expresar en palabras aquello que se refiere a los sentimientos más íntimos y familiares; a ese lenguaje sutil con el que el que el cocinero se comunica y hace suyo al comensal? BRASAS supera con creces el desafío que tiene todo buen restaurante, aquél que supone que más allá del comer, existe la esperanza de alcanzar un momento de felicidad para quien cocina y para quien come... Y créanmelo, en BRASAS fui feliz, como resultado inequívoco de la felicidad conque Darío cocinó para mí.
tel: (034) 266-6144
Medellín

DESCUBRIENDO EL SABOR DE MI ESPIRITU



A los colombianos nos avergüenza nuestra cocina.
Por TULIO ZULOAGA

En días pasados tuve la oportunidad de visitar la Península de Yucatán y conocer parte de su gastronomía. Tremenda lección la que me dieron los Mexicanos. El apropiamiento y honesto orgullo que sienten por aquello que se asa, cuece y amasa en esas tierras es lo que ha hecho grande su cultura y su patria. Se trata más de un asunto espiritual que de simple física. Algo así debería suceder en Colombia. Aceptar que para evolucionar en este tema se debe mirar hacia dentro. Entender que la respuesta está en los fogones de los ancestros y no en las manos de las estrellas culinarias del extranjero ¿Cuándo vamos a entenderlo? Los modelos a seguir deberían ser los de aquí, no los de allá. Todo cocinero y cada colombiano tendría que saber quiénes son Lácydes Moreno, Sofía Ospina de Navarro, Zaida de Restrepo, Leonor Espinoza, Carlos Yanguas, Carmen Vásquez, Teresita Román de Zurek y Julián Estrada por nombrar solo a algunos; pero no, aquí se habla con orgullo de los logros de Gastón Acurio, Jamie Oliver, Ferrán Adriá y Santi Santamaría. Hoy los jóvenes quieren ser como el francés Alain Ducasse y no como las cocineras del Pacífico ¿Por qué?  Si son ellas quienes sostienen, con sus amasijos y preparaciones, la historia y el carácter de este pueblo. Saben interpretar el sabor de nuestro espíritu. La magia está ahí. La verdadera alquimia vive en sus corazones. Por héroes culinarios tenemos que aplaudir y admirar a nuestras abuelitas, madres y empleadas de casa que con vehemencia, convencimiento, amor  y sabiduría han sabido defender toda una cultura que nosotros nos hemos empeñado en despreciar y descaradamente desconocer. Es verdad. A los colombianos nos da pena nuestra comida. Cuando empecemos a servir en matrimonios, primeras comuniones, navidades y cenas de Fin de Año nuestros tamales, lechonas, frijoles, masatos, arepas, mondongos y ajiacos, entenderemos un poco acerca de ese gozo que disfrutan los comensales peruanos y mexicanos. Nuestra cocina no es menos que la de ellos. Somos nosotros quienes insistimos en verla pequeña y desvalida. Sin ser chovinista, me atrevo a decir que en Colombia podemos encontrar más riquezas en técnicas, ingredientes, sabores y preparaciones que en muchas de las famosas mecas culinarias de la actualidad. Es difícil reconocerlo pues sufrimos de vergüenza histórica y va a ser difícil superarla. Miren no más, cuando recibimos a un visitante de otras latitudes ¿qué es lo primero que le llevamos a comer? Si es español, paella; y si es francés, pretendemos descrestarlo con nuestros crepes. La respuesta: Desilusión para el invitado y para el anfitrión. Para sorprender hay que servir lo propio, en lo que somos especialistas. Hay que ofrecer lo que nos pertenece. Es fácil de entender: ¿Han comido bandeja paisa en Londres, Nueva york o Madrid? Ni en las curvas sabe a la de aquí. Porque el plato más allá de sus ingredientes también es el ambiente, la música, el aire, el olor de la tierra y la mano del oriundo cocinero ¿Por qué no llevamos a nuestros amigos de fuera a comer sancocho, mazamorra o pescao? Creemos que estas preparaciones no están a la altura. Misma razón por la que no las servimos en las fiestas y celebraciones importantes de nuestras vidas. Tremenda desfachatez ¡¡Que tara la que tenemos en la cabeza y el corazón!! Es necesario entender que nunca un chef en Italia, por grandioso que sea, podrá ser el mejor preparando recetas colombianas; así como nosotros tampoco llegaremos a desarrollar la mejor cocina Peruana. Siempre habrá un Iván Kisic que nos ganará en Perú con el verdadero sabor Inca y de exacta manera, existirá un Alvaro Molina que arrasará imbatible con su cocina colombiana al resto del mundo. Cada uno tiene lo suyo. La inteligencia culinaria consiste en reconocerse y saber explotar lo propio para alcanzar el éxito. 

Los culpables de este desconocimiento hemos sido nosotros, los de esta generación. Permitiendo que los jóvenes de nuestra patria crean que para hablar de alta cocina, de sofisticación, de elegancia hay que referirse a Francia, España, Italia o Japón y sus foie gras, fabadas, pastas o arroces.  Para muchos las preparaciones colombianas jamás cabrán dentro de esta categoría a menos que se transforme. Para ser honesto, lo único que hay que transformar es la poca visión que tenemos y la falta de amor propio. Es por eso que a partir de esta edición, empezaré a buscar esos tesoros culinarios que siguen vivos en los rincones de nuestra ciudad demostrando que uno de los aspectos más importantes de la cultura de un pueblo está constituido por las tradiciones culinarias, cuyas características regionales dan origen a una riqueza gastronómica incomparable y a una identidad clara y profunda. Desde hoy me comprometo a impulsar una revolución gastronómica avalada por el corazón y apoyada en cada uno de ustedes. Una evolución hacia dentro y no hacia afuera, como ya lo dije antes. Una revolución que nos lleve a descubrir el verdadero sabor del espíritu colombiano. Lugares como La esquina de la Ricura, la Fondita La Moneda y la repostería Las Palacio empezarán a rondar estas líneas y se convertirán para mí, en verdaderos templos gastronómicos.

El Mirador más miedoso; qué vértigo


El MEJOR mirador del MUNDO

QUÉ Vértigo tan horrible...

Este es el Skydeck Chicago, uno de los edificios más altos del mundo. A 103 pisos de altura están suspendidas 3 cajas de vidrio, desde donde puedes observar, y como si estuvieras flotando, gran parte de la ciudad. Allí logras una vista alucinante del downtown, las planicies de Illinois y los Grandes Lagos. Ya te imaginarás las fotos... Y el Vértigo!!!

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"Una SORPRESA tras otra... un regalo tras otro"

TULIO recomienda Piropo


Mi esposa es tan bonita, que cuando se enferma no llamo al médico, si no a un CURADOR. de obras de ARTE
 
TULIO recomienda Piropo

Este es el Skydeck Chicago, uno de los edificios más altos del mundo. A 103 pisos de altura están suspendidas 3 cajas de vidrio, desde donde puedes observar, y como si estuvieras flotando, gran parte de la ciudad. El downtown, las planicies de Illinois y los Grandes Lagos, logran una vista alucinante. Las fotos que sacas ahí, son únicas!!!

Destino IMPERDIBLE si visitas CHICAGO.

Creí que había muerto...

Creí que había muerto...
y estaba cenando en el paraíso

¿Quieres saber de qué estoy hablando?

 
Primero, lee la siguiente reseña para que comprendas un poco lo que significa este lugar. Segundo, Prende tu TV a las 7pm en el Canal Teleantioquia y conoce los secretos de este cautivador y sabroso restaurante?

Has visto que cuando un sitio me gusta, ni me alcanzan las horas del día para hablar sobre él. Eso me pasa con The Pot, el restaurante de Carolina y Alejandro Cadavid. Descubrí en cada plato, un alucinante universo de sabores colombianos con visibles tintes artísticos: Morrillos, Cañones, Pescados y Codillos en gustosas reducciones, braseados y encostres, que sirven y acompañan con enyucaos, tortas de plátano, arroces atollados, carimañolas, arepas de ñame, salsas de chontaduro, croquetas de morcilla y hasta flores. Sorpresa total. Este restaurante me ofreció la oportunidad de explotar mis sentidos colombianos al máximo.

La primera vez comí un reluciente y gustoso bloque de Morrillo en reducción de Kola Román: Uno de los mejores bocados en mi carrera de comelón. Hoy, grité de alegría al encontrar frente a mí, un cilindro de cola de toro, fragante y aromático, reposado sobre un enyucao delgadito y de base crocante, tan bien alineados en gusto, que llegué a pensar que había muerto y estaba cenando en el paraíso. Si, así mismo!!! Estaba cenando en el paraíso.
Gracias THE POT por regalarme toda esta esperanza culinaria.

THE POT Medellín
(034) 313-9708
Calle 20sur n 25b 160

Restaurante The Pot Medellín


Creí que había muerto...
y estaba cenando en el paraíso

Has visto que cuando un sitio me gusta, ni me alcanzan las horas del día para hablar sobre él. Eso me pasa con The Pot, el restaurante de Carolina y Alejandro Cadavid. Descubrí en cada plato, un alucinante universo de sabores colombianos con visibles tintes artísticos: Morrillos, Cañones, Pescados y Codillos en gustosas reducciones, braseados y encostres, que sirven y acompañan con enyucaos, tortas de plátano, arroces atollados, carimañolas, arepas de ñame, salsas de chontaduro, croquetas de morcilla y hasta flores. Sorpresa total. Este restaurante me ofreció la oportunidad de explotar mis sentidos colombianos al máximo.

La primera vez comí un reluciente y gustoso bloque de Morrillo en reducción de Kola Román: Uno de los mejores bocados en mi carrera de comelón. Hoy, grité de alegría al encontrar frente a mí, un cilindro de cola de toro, fragante y aromático, reposado sobre un enyucao delgadito y de base crocante, tan bien alineados en gusto, que llegué a pensar que había muerto y estaba cenando en el paraíso. Si, así mismo!!! Estaba cenando en el paraíso. 
Gracias THE POT por regalarme toda esta esperanza culinaria.

THE POT Medellín
(034) 313-9708
Calle 20sur n 25b 160

Descarado, Atrevido, Insolente

¿Cómo me haces esto?
 
Descarado, Atrevido, Insolente

"Y ahora... ¿quién podrá quitarme este antojo?"

Este es el Ultimate Red Velvet Cake Cheesecake The Cheesecake Factory. Un cheesecake cremoso, elegante y equilibrado al que le han metido por relleno un húmedo y colorido trozo de Red Velvet. Es lo máximo!!!

El Red Velvet es una torta típica de los EEUU y Canadá. Se le llama Terciopelo Rojo por su color. La masa es de Vainilla o chocolate, entintados con colorante, y un glaseado cremoso, generalmente a base de queso.

"Comiéndome Chicago en 7 días"
Por TULIO Recomienda

LA GASTRONOMIA ES MI RELIGION



13 experiencias que transformarán tu vida.

No necesitas conquistar el mundo y comértelo. Con comer conscientemente y conquistarte a ti mismo, es suficiente para ser feliz.
Por TULIO Recomienda


La Comida: El encuentro con la felicidad.
Cuando empieza un año las promesas y cambios son el menú del día. Por mi parte cerré el 2013 con el convencimiento de ayudar a generar una revolución de los sentidos. Salir de las sombras y abrir los gustos y el corazón a todo lo que tiene que ver con el consciente comer y beber. Algo me convenció con más fuerza de este propósito. En los primeros días de Enero me dediqué a descubrir restaurantes en Cartagena para publicar una lista de 20 imperdibles que los seguidores de mis redes estaban solicitando. Me encontré con grandes joyas y divertidas experiencias. Entre todas hubo una que me sometió, me sedujo, me elevó. Gracias a ella hoy puedo corroborar, con respetuosa certeza, que he alcanzado gran felicidad al aceptar la gastronomía como mi religión. Comprendo ahora la razón por la que Cristo se entregó en forma de pan y vino, y el hermoso motivo que impulsó a Buda, después de muchas privaciones, a alcanzar la iluminación tras un bocado de arroz con leche: Cocinar y comer, más allá del simple acto físico, se refieren a un suceso de común-unión entre el ser humano y su Dios. Gracias a esto, lo terrenal y lo divino se fusionan, se combinan, se cocinan y, al igual que lo amasado, se convierten en una sola mezcla. El restaurante donde experimenté tal epifanía se llama VERA. Luego de haber cenado allí, me sobrevino una súbita claridad y una profunda alegría, que sin duda alguna, fue resultante de un esmerado equilibrio culinario, ese que demuestra que para elaborar un plato triunfador no es necesario sofisticar, inventar, fusionar, de-construir o transformar. Basta cocinar con tal devoción, que el desenlace final no puede ser otro que auténtica alquimia: “La masa que se convierte en amor”.

Lo Tradicional: El regreso a la niñez.
De igual forma, y tras visitar LA HACIENDA, un restaurante de típica comida antioqueña en el centro de Medellín, comprendí mejor aquella reflexión que tantas veces he repetido: “Eres lo que comes”. Una vez sentado a la mesa, sus aromas y sabores me anudaron la garganta. Fue como reencontrarme con los espíritus de mis tías y recordar aquellas batallas de cocina de las que ellas, abrazadas por el calor y el crujir intimidante del aceite, siempre salían triunfantes. Desde las 4 de la mañana y hasta que el sol se despedía, esas mujeres y sus cocinas palpitaban y rugían sin descanso en un esfuerzo por entregar lo mejor. Que nostalgia y qué alegría al revivir tal euforia en LA HACIENDA y en su carta llena de sabores ancestrales: Sopas de guineo, guandolos, claros, sancochos, mazamorras, “frisoles” y tamales. Un respiro para el alma. 
Les propongo también otros imperdibles de la cocina tradicional, para que vayan armando su propia ruta de sabores: La Casita de mi Abuela en Envigado, Asados Familia García en el Volador, Maru Rico en Guayabal y El Trifásico en Envigado.

La consciencia: El Viaje de los sentidos.
Hay que recordar, la gastronomía se refiere a una aventura, a ese desplazarse en el tiempo y en el espacio sin levantarse de la mesa, usando como único vehículo los sentidos. Ese es el reto de cualquier cocinero. Esto lo comprobé en uno de los espacios más innovadores y divertidos que he conocido en Medellín: KARTTA Restaurante. Resultó emocionante descubrir la naturalidad con que se desenvuelven entre la tradición y la modernidad logrando ingeniosas e incuestionables preparaciones. Sus platos son respetuosos y terminan convirtiéndose en ese anhelado “viaje de los sentidos”.  Otros restaurantes capaces de guiarte a los mejores momentos de tu vida: El Covacho frente a la Iglesia de la Veracruz, Artisano en el Poblado, Ollas y Calderos en el centro, Aquí paró Lucho en la Plaza Minorista y la Cebichería el Puerto, cerca de la Mayorista.

EL VINO: La salsa suprema.
Y para terminar este compendio de gratos y transformadores momentos, les recomiendo un vino: Louis Martini Sonoma County. Un Cabernet capaz de acompañar y convertir cualquiera de estas oportunidades gastronómicas, en verdaderas experiencias religiosas.

Esa lechera, nos permitía tocar el cielo

"Abue... Abue, regáleme 100 que llegó el del Raspao"


¿Quien no se acuerda de aquella corneta destemplada que anunciaba la llegada del artista del hielo azucarado? "El hombre del raspao"; el genio que convertía en conos de colores la insípida nieve artificial que extraía de un bloque de hielo envuelto en papel cartón. ¿Kola, Tamarindo o Limón? "Rash, Rash, Rash", sonaba el poderoso bloque al deshacerse entre las cuchillas de la prensa de aquél carrito azul, cuyo motor era una Monareta destartalada...

"Kola; pero con full lechera". Eso era lo importante... Esa lechera era el Santo Grial; la salsa suprema que hacía grande aquél brillante y colorido copo de nieve. Esa lechera, nos permitía tocar el cielo!!!

Ahora recuerdo los conitos de papel en que servían aquellos raspaos, la publicidad decía: "Arroz Pinillar"

Visítame en www.facebook.com/tuliorecomienda

¿Qué me recomiendas en CHICAGO?


¿Qué debo comer, a dónde debo ir, qué plan o lugar es imperdible?

He sido invitado a "La ciudad de los vientos" para conocer, fotografiar y difundir algunos de los mejores restaurantes... La idea es que los seguidores de TULIO Recomienda en Colombia, Venezuela, Perú y Argentina, descubran las posibilidades gastronómicas de la "Second City" en los EEUU
¿Me ayudas?

Por adelantado, mil gracias por tus consejos y recomendaciones!!!

La galleta de Chocolate más sencilla y famosa de la red...

Estas imágenes pueden causar locura



Me vas a ODIAR por esto...
¿A que no te lo sabías? ¿Así de fácil?

La galleta más sencilla y famosa de la red...
Inténtalo, quedarás con la boca abierta. Compártelo con tus amigos, e invítalos a dar ME GUSTA a la página de TULIO Recomienda... 
"Una SORPRESA tras otra... Un premio tras otro"

"NO CREÍA en TULIO Recomienda"


"NO CREÍA en TULIO Recomienda"

Mensaje enviado por Clara Milena Restrepo

"Hola Tulio: tengo que reconocer que NO tenía mucha fe en ti; es más, no sé de dónde saliste, ni me explicaba por qué la gente te creía tanto; pero hoy lo descubrí. Un día escuché tu recomendación sobre De Río y Mar, y como buena amante de la gastronomía, sobretodo de la comida de mar por mi origen (San Andrés, Islas), decidí ir a conocer este restaurante. Te tengo que decir que TODO absolutamente TODO es delicioso y la atención de Óscar y su equipo ni hablar. Los precios, el sitio, en fin, definitivamente un restaurante de estos hacia falta aquí en Medellín.
GRACIAS MIL POR ESTA RECOMENDACIÓN..."
Clara MILENA Restrepo - Perfil: https://www.facebook.com/clara.m.restrepo

De Rio y Mar
tel: (034) 583-2010
Carrera 34 n 7-18
Medellín

¿Increíble? Esto te va a encantar

 
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Si llegamos a los 1.000 "me gusta", podrás ver en exclusiva el programa COMER para ser FELIZ antes salga al aire.

COMER para ser FELIZ
Lunes a Viernes
7 a 7.30pm por Canal Teleantioquia

A partir del 1o de Diciembre — en teleantioquia.

"El mundo de las cocinas es un circo, un infierno..."


Reflexiones desde Chicago

Voy camino a CHICAGO... a comerme CHICAGO.
Las 5 horas que me separan de mi destino, las embebo en un maderoso y acaramelado Whisky, capaz de acompañar con valentía las duras reflexiones del nuevo libro de Anthony Bourdain. No sé qué tiene este tipo, pero tomar su libro en una mano me obliga a tomar un Whisky en la otra... Quizás para digerir tanta crudeza sin crepitar. Aunque a veces me siento golpeado por su soltura, debo reconocer que, al mismo tiempo, su pluma, sus palabras y su vida me resultan dulcemente adictivas.

Su aire seguro y suficiente, rebelde e irreverente y esa desparpajada manera en que se despacha contra todo y contra todos, me causa una sincera y nerviosa fascinación. Quizás proveniente de esa voz descarada y atrevida que yo nunca tendré. Mientras leo me divierto imaginando ¿Qué diría Bourdain si me conociera?

"Tanta poesía ¿para qué? El mundo de las cocinas es un circo, un infierno. Nada menos que eso. Lleno de envidias, desilusiones y gánsters de la restauración ¿de dónde sacas tanta cosa?"

Tienes que leer este libro para entenderlo:
EN CRUDO, Anthony Bourdain.
"La Cara Oculta de la Gastronomía"