Estas MUJERES y sus POLLOS... Le COQ


Estas MUJERES y sus POLLOS... me volvieron LOCO
"Por eso las mordí con suavidad; profundamente y con ganas"

El Domingo pasado me escribió Laura Castro, la afamada cocinera de Le Coq Rosticería, para enviarme a casa un regalo: "Quiero que TULIO Recomienda conozca lo que estamos haciendo aquí", decía en el chat. Una vez superada la pena, le envié la dirección y me olvidé del asunto.

Un rato más tarde reposaban sobre mi mesa unas hermosas cajitas de cartón de todos los tamaños, repletas de leyendas, tarjetas y bien amarraditas. "Esto no lo había visto antes en un servicio a domicilio", le dije a mi esposa.

Abrí la primera, como si se tratara de un tesoro, mientras mi familia miraba con curiosidad. Solo fue levantar la tapa, para que un sedoso aroma a Romero abrazara a los presentes.
-Qué hay ahí papá? preguntó mi hijo menor, desesperado por el ataque aromático que esta primera caja había dejado escapar.
-Unas papas corozo, respondí, mientras depositaba una en mi boca.
Sal gruesa, aceite, ajo y romero, esa fue la lectura que hicieron mis agradecidas papilas tras el primer mordisco... y todos se abalanzaron sobre el desvalido baulito de cartón, que en 2 segundos, había perdió su papudo tesoro.

"La siguiente, la siguiente", gritaban interesados, mientras yo iba soltando las cuerditas. "Esto se nos convirtió en un juego", pensé divertido. Una luz salió del siguiente cofre, provenía del fresco brillo de un mezclum de lechugas sobre las cuales reposaban unas curiosas bolas de queso azul amasadas con más queso crema, cebollín picado y envueltas en maní y ajonjolí triturado. 
-"Qué cosa más sabrosa", atiné a decir mientras aplastaba con mi lengua las cremosas y gustosas esferas. Regadas por allí, algunas nueces caramelizadas con trozos de tomate, uvas y más lechugas orgánicas.

"La siguiente, la siguiente", se volvió ritual el grito y la exigencia. A estas alturas estaban todos desesperados por hincar sus dientes en lo que saliera de aquellas arcas de cartón. Síntoma que la calidad y la emoción, al igual que el sabor, iban en franco aumento. Al levantar la tapa del estuche principal, la fragancia cítrica y limonuda nos elevó del suelo. Se hizo un gran silencio y los ojos de todos se clavaron en mis manos, que ya sostenían un dorado y robusto muslo.
-"De seguro se trata del ilustre pollo Europa que ha arrancado elogios a los más agudos críticos del país". 

Cerré los ojos y mordí con suavidad; profundamente, con ganas; permitiendo que el ácido y la fragante flor de lavanda envolvieran mi boca y mi corazón. Pequeñas explosiones empezaron a suceder, y brotaban, tras cada dentellada, suspiros a tomillo, limón, albahaca y ajo 
-"¿Qué es esto? ¿Quién fue capaz de concebir semejante universo de emociones en el tan pequeño cuerpo de un pollo?"; eso me repetía una y otra vez, mientras veía desaparecer las jugosas presas tras las caras de gusto de mis familiares. 
-"Qué obra culinaria tan conmovedora", debo agregar.

Para terminar, el pan de maíz de Laura... Ese pan de maíz por el que cualquier hombre entregaría su reino y partiría lleno de gozosa felicidad, sintiéndose premiado con tan significativo amasijo.

Bravo, LE COQ!!!
Bravo Laura Castro y Pilar Velilla!!! 
Y gracias por regalarme toda esta inspiración.

DOMICILIOS Le Coq
tel: (034) 444-3397

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