LA CIUDAD DEL BUEN GUSTO


Una Medellín, para chuparse los dedos
Por Tulio Recomienda

Agradecimiento. Es lo primero en lo que pienso cuando hablo de esta ciudad. La progresista e innovadora Villa de Nuestra Señora de la Candelaria de Medellín, nombre con que fue sellada su existencia el 2 de marzo de 1675, aunque su fundación fue en 1.616. Esta tierra, de amplios jardines y gentiles vecinos, me acogió con su cálido abrazo haciéndome suyo desde el primer momento. Hoy soy paisa por elección y conservo intacta la fascinación que me produjeron esta región y sus gentes desde el primer momento. Lo mío fue amor a primera vista por esta urbe bien concebida, luchadora, audaz y avanzada; abundante en naturaleza y radiante como ninguna. Profunda gratitud a mi patria chica, a mi paraíso terrenal, a mi amada Medellín, que se ha convertido en soplo e iluminación para mi inquieta pluma. 

La tierra de la inventiva y la evolución sin tregua.
Medellín ha sido reconocida por la infinidad de talentos y logros de sus habitantes; pero el más destacable, para mí, es el buen gusto que se respira en sus calles, barrios, rincones y avenidas. Un buen gusto basado en la educación y el compromiso de sus vecinos, lo que se refleja en la personalidad limpia y brillante de la ciudad; una villa de dulce encanto e irresistible magnetismo. Esta metrópoli ha sabido conjugar armoniosamente sus cualidades y la de sus habitantes para transmitir serenidad. Ese buen gusto del que hablo, no está solo presente en sus reconocidos despliegues de belleza, elegancia, moda e innovación; está ligado más a la naturalidad, al buen comportamiento, al respeto y a la cortesía que brindan los paisas a propios y extraños.

Y en el tema que a mí me ocupa, los resultados no pueden ser más palpables. Si hay algo que hable de buen gusto, es el denodado interés por las culturas del vino y la gastronomía. Y aunque Bogotá es considerada la Meca de los restauradores y enófilos del país, es innegable que la capital antioqueña ha sido fuente de inspiración para muchos de sus grandes encuentros y empresas. ¿Qué significa esto? Voy a hacer un pequeño recuento de eventos, personajes y cocinas reconocidas en todo el territorio nacional, que han tenido su origen en el corazón de los antioqueños. 

De Medellín para el mundo.
EXPOVINOS es, junto con Maridaje, una de las ferias de Vinos más importantes de Latinoamérica. Eso me consta, porque durante mi viaje por Argentina como observador internacional del vino para Wines of Argentina, escuche a reconocidos vitivinicultores del país gaucho emitir sus conceptos sobre los soberbios logros de este encuentro. Y aunque Expovinos tiene lugar en Bogotá, fue en Medellín donde vio la luz. “Tan buena”, dicen los paisas, “que se la llevaron para la capital”, y tan exitosa, que ya no quisieron soltarla. Expovinos se ha vuelto parte de ellos, aunque su corazón sea paisa. Hoy podemos decir con orgullo que los 2 eventos más interesantes de Vinos y gastronomía, Expovinos y Maridaje, son hijos de la ciudad del buen gusto. (Expovinos 2014 se realizará en Corferias Bogotá, del 18 al 21 de Junio de 2014)

El CIELO. Un restaurante nacido aquí, tan influyente, que terminó por transformar nuestra visión gastronómica. Introdujo conceptos como vanguardia, de-construcción y crio-cocina, impulsando a muchos jóvenes artistas a lanzarse y a expresarse en aromas, texturas, sabores, sonidos y colores. Desde todos los rincones de Colombia miles de comensales visitaron el terruño de la eterna primavera para saborear y conocer las maravillas culinarias del restaurante más mentado por los medios. Fue tanto su éxito que los bogotanos empezaron a reclamarlo. El Cielo es hoy en día, al igual que en Medellín, uno de los restaurantes más deseados y respetados de la Capital. He aquí otro hijo del pueblo del buen gusto.

LOS MAESTROS. Algunos de los más reconocidos escritores, estudiosos y eruditos gastronómicos, son naturales de esta patria chica. Gastrónomos como Álvaro Molina y Julián Estrada, han transformado con sus investigaciones, escritos y propuestas, la visión de los colombianos. Logrando que se entienda que, en el reconocimiento y apropiación de nuestras tradiciones culinarias, está la respuesta al “quién soy y para dónde voy”.

Medellín es una ciudad para chuparse los dedos y, gracias a su carácter innovador, seguirá impulsando, construyendo y retando lo convencional. Seguirá demostrando que evolucionar es vivir… y en esto, especialmente, radica su buen gusto.