Debo
empezar contando que me he demorado mucho en hablar sobre este espléndido
restaurante. La verdad... no encontraba palabras dignas ni suficientes para
relatar el fascinante momento del que fui testigo en el Restaurante BRASAS
PARRILLA BAR de Medellín. Se sorprenderán:
"¿En una parrilla experimentaste tal epifanía?". Sí, pero no se trata
solo de carne, el asunto es mucho más profundo... Literalmente BRASAS me
enloqueció, me sedujo, me llenó de la más tibia felicidad. La energía contenida
en la comida de este lugar me devolvió la fe, alimentó mi cuerpo y mi espíritu,
me elevó. En estos instantes y mientras doy rienda suelta a mi pluma, regreso a
la escena y a la cena: Carpaccios perfectamente concebidos, cortes bien asados
y servidos, frescos acompañantes, cremosos dulces, -ingredientes de otro mundo,
diría yo-; y como sustancia suprema de toda esta sabia experiencia, el cariño
con que Dario Garcéz y su equipo abrazaron mis sentidos una y otra vez.
¿Comprenden mi impotencia? ¿Cómo expresar en palabras aquello que se refiere a
los sentimientos más íntimos y familiares; a ese lenguaje sutil con el que el
que el cocinero se comunica y hace suyo al comensal? BRASAS supera con creces
el desafío que tiene todo buen restaurante, aquél que supone que más allá del
comer, existe la esperanza de alcanzar un momento de felicidad para quien
cocina y para quien come... Y créanmelo, en BRASAS fui feliz, como resultado
inequívoco de la felicidad conque Darío cocinó para mí.
tel:
(034) 266-6144
Medellín