Un
amigo de la comunidad Ticuna me agasajó con lo que, para sus congéneres, es el
más sabroso bocado que entrega la naturaleza: Mojojoi, la larva de un
escarabajo, que es extraída del Moriche, palma típica de estas tierras. Lo
complicado del asunto es que debe ser comido vivo, mientras
se retuerce entre los dedos y los dientes. Esto, para mí, es como una
confrontación de otro mundo. ¿Seré capaz de agradecer tal gesto de confianza?
¿Me atreveré a superar mis temores y acercarme a su universo? En la próxima
foto te lo mostraré... AMA-zonas, inesperado.
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